Detrás de la gran piedra y del pasto, está el mundo en que habito.
Inicio del libro: De perfil. José Agustín.
Si hay un sitio en la ahora llamada Ciudad de México (CDMX), que invita al encuentro entre generaciones, diversidad y leyendas urbanas, mismas que se funden en una arquitectura mágica e inspiradora, es sin duda “El Palacio De Bellas Artes”, siendo hoy un domingo soleado de agosto, podemos observar, al estudiante preparatoriano, al artista plástico, que busca la inspiración, entre sus muros, y emblemáticos murales y vemos a las vacuas murallas de las clases sociales, que se desvanecen, ante el silencioso sendero del mármol, que nos lleva a un encuentro con notables creaciones artísticas. El día está pasando de las diez de la mañana, iniciamos la espera para el evento anunciado. Observo que ya hay cinco personas en la fila de espera, un estudiante de literatura y su profesora de arte, una joven guapa, que no pasa de los veinticinco, que lee ensimismada un libro que descubro es del autor japonés Haruki Murakami que con su fresca plática, se hace menos pesada la espera. El tiempo sigue su marcha, poco a poco, llegan personalidades de variada índole, irrumpen chicos con su guitarra, jóvenes y no tan jóvenes, que traen su dotación de libros, esperando la firma de su autor admirado. Saludamos a amigos que hace tiempo no frecuentábamos. Faltan ya cinco minutos para el medio día, iniciamos emocionados, el recorrido para la Sala Manuel M. Ponce, de este Palacio, que es una notable muestra, de una arquitectura innovadora, siempre resaltando, las raíces culturales mexicanas. Ocupamos nuestra localidad, primera fila (valió la pena la espera), el recinto, se llena al tope en menos de diez minutos. El marco es de primer nivel también por los presentadores: Enrique Serna, Rosa Beltrán y Juan Villoro. En el ambiente, había nerviosismo, se temía que el homenajeado no podría estar presente. José Agustín, ha tenido problemas con su salud, que ha impedido su presencia en otros eventos. Pero siendo las doce con quince, los aplausos nos dieron la esperada respuesta, un José Agustín, sonriente, acompañado de su esposa Margarita Bermúdez, sus hijos, es decir, como en familia toma su lugar agradeciendo la invitación, después del bombardeo de la prensa. De inicio observamos, un video dónde se presenta un resumen de la vida de este genial escritor, escuchamos en él opiniones de Elenita Poniatowska, Guillermo Samperio, entre otros. Ya nuestro espacio se contagió por el hechizo de la nostalgia que dio pauta, para que Rosa Beltrán, miembro de la Real Academia de la Lengua Mexicana, iniciara contando su experiencia ante la novela “De Perfil”, mostrando su sincera admiración por el autor. Acto seguido, Enrique Serna, un escritor de gran trayectoria, que también ejerce la crítica a las oscuridades de la vida intelectual mexicana (Sin duda tiene mucho trabajo), leyó un ensayo escrito para la ocasión, admirable, directo, con palabras de respeto y agradecimiento, no sólo a la novela “De Perfil”, sino, a toda su obra, que en sus palabras, es esencial para la literatura nacional. Cerramos con Juan Villoro, que con gracia comentó que leyó “De Perfil”, por recomendación de un amigo de su barrio que no leía, eso le llamó la atención y en el transcurso de la secundaria a la prepa, en el trolebús, terminó la lectura, siendo para él, una obra formativa para su vocación de escritor. Terminando el homenaje, se dio paso a la firma de libros, misma que congrego a cientos de personas. En la fila de espera se escuchaban pláticas de nostalgia y asombro por los reencuentros, una buena cita sin duda, memorable fue el Homenaje a los cincuenta años de la obra “De perfil”, por mi parte la estoy releyendo. Esperamos más apariciones de este autor de leyenda, su obra es necesaria, para entendernos como sociedad complicada, (Ahora está en las salas de cine “Me estás matando Susana”, basado en su obra de “Ciudades Desiertas”) pero siempre conquistando paraísos, de la mano del relajo, de la alegría de la reflexión y porque no decirlo, de una que otra fumadita, para entrar al cosmos existencial mexicano, único y memorable como la obra del grande José Agustín.